jueves, 23 de septiembre de 2010

...Lluvia...

Lluvia. Lluvia otoñal que advierte cambios. Ocre aguacero que me turba y me transporta al más absoluto abandono.
Lluvia que retuerce pensamientos y temores, me desestabiliza y me angustia.
Dulce otoño que se anuncia y colma mi apetencia de un destino que, a pesar de su certeza, se disfraza de sorpresa y desata mi congoja.
Suave lluvia. Encantadora melancolía de otoño que acarrea silencio, sosiego, pasiones de época y sueños, que, como las gotas de agua, con su fuerza arrastran decepciones pasadas.

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