martes, 15 de junio de 2010

Quien ríe el último ríe mejor

El tiempo está loco, y yo me voy a volver loca como esto siga así. ¡Menudo añito llevamos! Cuando ya pensábamos que esto se había calmado, en pleno mes de junio, llevando ya un par de semanas de disfrute de unas temperaturas más que veraniegas, volvemos al otoño de un día para otro. Yo no sé si hay alguien ahí arriba que está enfadado conmigo, porque vaya, un mes entero preparando los exámenes, por supuesto, un mes entero de calor agobiante de ese que te hace muy difícil concentrarte y pensar, de ese que obliga a atiborrarse a vitaminas para no desfallecer en el intento estudiantil, teniendo muchísimas ganas de ir a la playa y de hacer cualquier cosa que implicase pasar un rato al aire libre. Cuando los exámenes acaban, se me conceden (y gracias) un par de días en los que poder pillar a toda prisa un bronceado medio decente, y ala, vuelve a sacar la chaqueta del armario y déjate el bikini para más adelante.

Desde ahora en adelante me declaro sucesora oficial de Edward A. Murphy Jr. , ¡qué listo fue ese tío el día que se le ocurrió formular todas las leyes que rigen nuestra constante desdicha! Porque está claro que hay alguien por ahí arriba que se ríe, y mucho, de nosotros.

Y seguro que si es que hay alguien que me lee está pensando, ¡mira que se aburre esta chica, que recurre al tema más prototípico que existe cuando tienes que parlotear sobre algo y no sabes de qué! ¡Pues no! No se trata de eso, de verdad, esto me enfada, (y mientras escribo esto, emerge un rayo de sol que me deslumbra obligándome a cerrar un poco la persiana). Se ríen de todos nosotros. De todos.

Para más inri, cabe destacar que soy una friki obsesiva del “Aemet”, me encanta hurgar sobre el mañana, no puedo pasar un día sin consultar qué tiempo está previsto para los próximos días. Y entonces me cabreo más aún, porque mira que aciertan poco los satélites estos. Lo único fiable en cuanto a climatología se refiere son las personas mayores, que cuando cambia el tiempo sufren intensos dolores de huesos. ¡Pobres! No me gustaría estar en sus pellejos en este año chiflado en el que estamos, al borde casi de la hecatombe final del planeta tierra. No es por ser alarmista, pero no hay que ser muy listo para darnos cuenta de que estos cambios tan fogosos no pueden augurar nada bueno para nuestra bola del mundo.

Como voy notando que necesitamos concienciarnos un poquito más con eso del cambio climático, aquí dejo una web que merece la pena consultar de vez en cuando, porque en este lío nos hemos metido nosotros solitos, y nosotros mismos deberíamos ser capaces de poner los medios necesarios para lograr escapar de él.

Haz click por nuestro planeta:

http://www.cambio-climatico.com/

P.d: Ahora diluvia, y mucho, y hay un tormentón del quince. Los rayos me dan miedo.

2 comentarios:

  1. no me lo puedo creer!!! esta mañana a las 10 parecian las 8 de la noche...
    mola muxo tu blog!!!
    un besico
    ester

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  2. gracias ester!!! cuando sea rica te contrato de diseñadora!! jajaja

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